El Día Nacional del Tango

Ese día también se recordaba el nacimiento de Carlos Gardel (1890-1935) y abundaban las reuniones informales para escuchar sus discos y contar anécdotas mientras los diarios, radios y cines le dedicaban especial atención.
Gardel seguía siendo el cantor por excelencia, el compositor de melodías memorables, el de promisoria carrera cinematográfica truncada en Medellín.
De Caro, por su parte, había marcado un hito en la historia del tango con sus creaciones musicales, su orquesta y su violín corneta.
Los homenajes eran un hecho y merecían oficializarse.
La propuesta fue bien recibida por quienes se resistían a las músicas extranjeras que atentaban contra nuestra cultura tanto como la prohibición del lunfardo y de tangos con contenido social impuesta por sucesivos gobiernos, que nos habían sumido en un abismo de no-identidad.
Sin comprender la trascendencia de la solicitud, el Secretario de Cultura de la Municipalidad de Buenos Aires, Ricardo T. Freixá, solicitó a Ben Molar adhesiones a su proyecto. Las muestras de apoyo de las primeras doce entidades no tardaron en hacerse conocer: SADAIC, ARGENTORES, SADE, Casa del Teatro, Sindicato Argentino de Músicos, Unión Argentina de Artistas de Variedades, Academia Porteña del Lunfardo, Radio Rivadavia, Fundación Banco Mercantil, Asociación Gardeliana Argentina, Asociación Argentina de Actores y Asociación Amigos de la Calle Corrientes.
Pese a ello el tiempo transcurría sin respuestas, por cuanto Ben Molar amenazó cordialmente al mencionado funcionario con una movilización